Se trata de una mujer de 70 años sin FRCV salvo obesidad (IMC 30 Kg/m2), con antecedente de cáncer de mama en tratamiento con tamoxifeno. La paciente refiere en los últimos días dolor a nivel de la cadera derecha que empeora con la bipedestación y con la movilización de la articulación, con respuesta parcial al tratamiento con AINEs. Sin traumatismo previo, se produce un empeoramiento brusco del dolor que le impide levantarse de la cama. Cuando acuden los servicios de urgencias, evidencian dolor a la movilización de la cadera y acortamiento del miembro. Se realiza una radiografía que muestra una fractura de cadera (patológica).
La paciente queda ingresada tras inmovilización de la extremidad con una tracción transcutánea y se le coloca una prótesis total de cadera sin complicaciones. La evolución postoperatoria en las primeras 48 horas es buena pero al tercer día comienza con dolor a nivel de la zona gemelar, con sensación de distensión y prurito.
A la exploración física se observa la zona edematosa, con la piel enrojecida y distendida y con dilatación de las venas superficiales. El dolor gemelar aumenta a la palpación y con la dorsiflexión del pie. Los pulsos arteriales poplíteos, pedios y tibiales posteriores estás presentes y son simétricos.