Varón de 67 años diabético, hipertenso y con sobrepeso que no suele acudir al médico. En tratamiento con metformina y valsartán, aunque no es muy buen cumplidor.
El paciente presentó, mientras trabajaba en su huerto, dolor centrotorácico opresivo de intensidad moderada, que se irradiaba a cuello y ambos brazos. Inicialmente el paciente lo catalogó de muscular como consecuencia del esfuerzo de trabajar la tierra, ya que los días previos había tenido molestias similares. Sin embargo, esta vez el dolor fue en aumento y se acompañó de sudoración y sensación nauseosa, por lo que se decidió a consultar. El paciente cogió su coche y se dirigió al hospital más cercano.
Cuando llegó, apenas le quedaba una molestia torácica. Dada la mejoría casi completa, se planteó no entrar, pero como el dolor había sido de mayor intensidad que los previos y se había asustado, finalmente consultó. Tiempo desde el inicio de los síntomas hasta que llegó al hospital: 80 minutos.
En el manejo de estos pacientes es mandatorio realizar un ECG siempre que el paciente vuelva a presentar dolor torácico pero también aunque esté asintomático. De hecho, nuestro paciente permaneció asintomático durante toda su estancia hospitalaria.
El paciente quedó ingresado en la unidad de cuidados intermedios del hospital, donde permaneció monitorizado por el riesgo de que presente complicaciones arrítmicas. Se inició tratamiento con doble antiagregación, anticoagulación, estatinas a dosis altas, IECAs y betabloqueantes.
En estos casos no es preciso una revascularización urgente, pero sí preferente, por lo que a las 24 horas se realizó una coronariografía que mostró una suboclusión trombótica del segmento proximal de la arteria descendente anterior y se realizó una angioplastia con implante de stent farmacoactivo (ver imagen).
La fracción de eyección fue normal y el tratamiento médico al alta incluyó: a) doble antiagregación durante un año, b) un inhibidor de la bomba de protones a dosis profilácticas (ej: omeprazol) por el riesgo de sangrado asociado a la doble antiagregación, c) una estatina de alta intensidad a las dosis máximas toleradas, d) un IECA/ARA II por el antecedente de HTA y DM-2 y e) un betabloqueante cardioselectivo, especialmente indicado si presentase fracción de eyección deprimida.
En cuanto al tratamiento previo, hay que insistir en la adecuada adherencia al mismo. Hay que resaltar que los pacientes diabéticos son pacientes de riesgo cardiovascular en los que habitualmente se deben incluir las estatinas como prevención primaria. Por otro lado, no es necesario en la mayor parte de los pacientes diabéticos que, por el simple hecho de serlos, precisen antiagregación simple en prevención primaria.